





RAYUELA
Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca,
voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera,
y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar,
hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara,
una boca elegida entre todas,
con soberana libertad elegida por mà para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonrÃe por debajo de la que mi mano te dibuja.
Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cÃclope,
nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sÃ,
se superponen y los cÃclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente,
mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio.
Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces,
de movimientos vivos, de fragancia oscura.
Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento,
esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mi como una luna en el agua.
CORTAZAR
BOLERO
Qué vanidad imaginar
que puedo darte todo, el amor y la dicha,
itinerarios, música, juguetes.
Es cierto que es asÃ:
todo lo mÃo te lo doy, es cierto,
pero todo lo mÃo no te basta
como a mà no me basta que me des
todo lo tuyo.
Por eso no seremos nunca
la pareja perfecta, la tarjeta postal,
si no somos capaces de aceptar
que sólo en la aritmética
el dos nace del uno más el uno.
Por ahà un papelito
que solamente dice:
Siempre fuiste mi espejo,
quiero decir que para verme tenÃa que mirarte.
Y este fragmento:
La lenta máquina del desamor
los engranajes del reflujo
los cuerpos que abandonan las almohadas
las sábanas los besos
y de pie ante el espejo interrogándose
cada uno a sà mismo
ya no mirándose entre ellos
ya no desnudos para el otro
ya no te amo,
mi amor.
CORTAZAR
En el paraÃso de tus ojos,
me pierdo porque estoy perdido,
en la paz de tus labios,
me encuentro porque estoy contigo,
en el universo de tu alma,
vivo con mil sentidos,
en ti, vivo amándote. ANONIMO
Suaves eran tus palabras
sonidos que soñaron
sueños que ilusionaron
mares que significaron tu presencia
miradas que pretendieron poseerte
secretos de amores a voces
suaves eran los sentimientos en tu boca
¿cómo no va a ser suave algo tuyo?
ANONIMO
Durmiendo, soñaba contigo,
desperté y seguà soñando,
imaginé que existÃas,
sentà que te querÃa
pensé que te amaba
y volvà a soñar porque me querÃas.
ANONIMO
Mi corazón es tuyo
mis sentimientos son tuyos
mi cuerpo es tuyo
mis palabras son para ti
mis caricias son para ti
mis besos son para ti
pero hay algo que es sólo mÃo:
saber que me amas.
ANONIMO